El concepto de directriz está estrechamente relaciona con la tendencia, ya que se trata de una línea recta que une todos los mínimos crecientes o decrecientes de una tendencia. Si la tendencia marca el camino que está tomando el mercado, la directriz indica los niveles que hay que considerar para tomar o eliminar posiciones.
Al igual que las tendencias, existen directrices de corto, medio y largo plazo. Cuanto mayor plazo, mayor fiabilidad.
La directriz no permanece invariable en el tiempo, sino que hay que ir ajustándola según se van produciendo nuevos máximos o mínimos. Esa actualización nos irá diciendo dónde se encuentra el precio y el momento idóneo para comprar o vender.
No todos los máximos y mínimos tienen la misma importancia a la hora de determinar la directriz, ya que pueden existir dilataciones en el precio o divergencias, y deberán tenerse en cuenta.
Es evidente que la directriz no va a ser tan exacta como se espera teóricamente. Hay que ajustarla para que sea lo más fiel posible, pero siempre hay que dar un margen de seguridad a la misma.
