Como diría Warren Buffet: “El riesgo viene de no saber lo que se está haciendo”.
La gran parte de los inversores pierde dinero cuando empieza a invertir y los comienzos suelen ser difíciles. Se cometen muchos errores por falta de formación y por tratar de encontrar la piedra filosofal de la inversión desde el inicio, algo que no existe. Hay muchos errores que todo inversor comete a lo largo del tiempo, pero vamos a analizar algunos de los más recurrentes al inicio y que deberían analizarse antes de poner nuestro dinero en el mercado.
Invertir por cuestiones sentimentales
Muchos inversores compran y mantienen acciones por tradición familiar, por ser una empresa conocida que ya tuvo en el pasado, por estar ligado a su región o por haber tenido relación laboral con ella. No suelen analizar que los tiempos han cambiado y lo que en día pudo ser una gran inversión, a día de hoy no lo es tanto. Ejemplos tenemos muchos de empresas que llevan mucho tiempo en el mercado como podría ser Telefónica, OHL, o el ya desaparecido Banco Popular.
Enamorarse de las acciones hace que no se materialicen pequeñas pérdidas, por lo que éstas se agravan.
Creer que las grandes compañías se recuperan pronto siempre
El inversor suele ser demasiado optimista a la hora de entrar en un valor y acostumbra a considerar que las pérdidas se recuperarán rápidamente, ignorando que las subidas tienden a ser lentas mientras las caídas se dan a mayor velocidad. Cuando hablamos de grandes compañías se tiende a pensar que las caídas obedecen a un pequeño susto y que la recuperación será igual de rápida, algo que no suele ocurrir.
Ejemplos tenemos muchos en las tecnológicas americanas como Netflix, Meta, Paypal… O en el mercado nacional como podría ser Telefónica.
No aceptar las pérdidas
La frase “si no vendo, no pierdo” es una de las mayores falacias en el mundo de la inversión, ya que no es así. Si tenemos pérdidas latentes y no disponemos de ese dinero, estaremos perdiendo un coste de oportunidad para invertir en otros valores que vayan mejor, e incluso si hubiéramos dejado el dinero en nuestra cuenta tendríamos más. Por ello es crítico tener limitadas las pérdidas antes de realizar cualquier inversión.
Actuar con precipitación
Cualquier crisis o minicrisis suele suponer un susto importante en el mercado. Esas caídas hacen que mucho abandonen el mercado en un momento de pánico colectivo, con pérdidas importantes y normalmente en el peor momento. Ese movimiento, normalmente impulsivo, hace que se venda en valles y se compre en picos, lo que provoca no solo menos rentabilidad, sino también pérdidas en muchos casos.
Tomar posiciones antes de la publicación de resultados
Un grave error que se comete es jugar a ser adivino antes de los resultados de las empresas, normalmente considerando que van a ser especialmente bueno y por tanto esperando grandes subidas. A veces se acierta, pero salvo que se conozca muy bien la empresa, algo que no es lo habitual, es jugar un poco a la ruleta, ya que cualquier apartado en sus cuentas que no salga según lo esperado puede provocar importantes caídas.
Un ejemplo claro con esto suele ser Inditex, que a pesar de tener grandes resultados y mejorar normalmente las expectativas del mercado, suele tener una mala digestión de los resultados con importantes caídas. A pesar de ello suele tener una recuperación los días posteriores.
Desconocer quién marca la tendencia del mercado
Un error muy común, no solo cuando se inicia en el mundo de la inversión, es ignorar quién está marcando la tendencia principal del mercado. A pesar de tener una cartera equilibrada y diversificada, su desconocimiento puede provocar que nuestras inversiones sufran más de lo debido.
Esto se puede comprobar con las acciones que toman los bancos centrales o los acuerdos/guerras comerciales que tienen entre las distintas regiones mundiales.
No revisar la cartera
No hay que estar en continua revisión de la cartera, pero tampoco es algo inamovible. En una inversión a medio/largo plazo hay que revisar de vez en cuando los distintos valores que tenemos en cartera para reajustar, rotar valores que llevan un mal comportamiento e incorporar otros que lo están haciendo mejor.
Ignorar el dividendo A la hora de invertir es importante considerar el dividendo que ofrecen a sus accionistas, puesto que suele considerarse como una rentabilidad que se da al inversor (aunque al descontarlo de la acción no es así). Sí suele ser un claro indicador de la salud financiera de la acción, ya que la evoluc