Invertir (a veces) es mucho más sencillo de lo que parece

Una de las primeras cosas que nos viene a la cabeza a la hora de invertir nuestro capital es lo difícil que suele ser tomar la decisión correcta. Hay muchas empresas en las que podemos meter nuestro dinero y las hay de toda clase: malas, regulares, buenas y excelentes. A todos nos gustaría encontrar las excelentes, pero eso no suele ser nada fácil por lo que podemos darlos por exitosos que encontramos alguna y cumple lo que esperamos. Sin embargo encontrar buenas empresas suele ser bastante más sencillo y nos da grandes resultados de manera no tan complicada. Vamos a ver una serie de recomendaciones que nos ayudarán a encontrar buenas empresas:

  • Busca sectores con futuro. Encontrar sectores en auge o con grandes expectativas de futuro no resulta tan complicado. Basta con hacer un pequeño análisis para ver esos sectores. Algunos ejemplos de ello sería el sector de internet antes de 2002, el inmobiliario antes de 2008 o más recientemente el sector turismo con el inicio de la pandemia del coronavirus. Viéndolo ahora es fácil de adivinar, pero en su momento tampoco era tan complicado poder intuirlo.
  • Encuentra empresas de esos sectores en crecimiento. Una vez elegido el sector debemos ver las empresas del mismo y cómo se han venido comportando. Habrá empresas que veamos que son una burbuja y aunque suban mucho pueden explotar (Terra o Astroc), por lo que esas debemos descartarlas para invertir, aunque sí podemos especular con ellas. Debemos fijarnos en empresas que lo hayan hecho bien y que estén creciendo, si tienen un futuro brillante por delante mucho mejor, pero eso no es tan sencillo. Ejemplos de ello serían cualquier inmobiliaria y constructora (Sacyr, Quabit) en 2008 o cualquier empresa de turismo (IAG, NH) en la crisis del coronavirus.
  • Analiza el momento de la empresa y sus resultados. Esta parte parece la más complicada pero no es así. Si es un valor alcista lo veremos de manera sencilla y revisando sus resultados, sin necesidad de entrar en demasiado detalle, veremos si su negocio ha venido creciendo o si se trata solo de algo puntual. Podemos comparar la empresa con su competencia e incluso con su histórico si queremos ver sus ratios. No puede ser igual una empresa burbuja como fue Astroc (poco negocio para su alta cotización) si la comparamos con otra con crecimiento más lento como sería en su momento ACS.
  • Revisa sus expectativas de crecimiento. Esta parte no resulta tan sencilla ya que muchas empresas tienen expectativas demasiado altas. Necesitamos mirar si ha venido cumpliendo las expectativas para dar credibilidad a las nuevas y si las que está mostrando resultan creíbles. Volviendo a 2008 podemos recordar que todo el mundo intuía que se estaba en una burbuja inmobiliaria por lo que si una empresa decía que esperar mantener su ritmo de crecimiento o incluso aumentarlo no resultaba muy creíble.
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