Foso defensivo

A la hora de invertir hay conceptos fáciles que podemos utilizar para operar con mayor seguridad ya que la seguridad completa nunca se puede conseguir. Vamos a explicar el concepto de foso defensivo, algo fácil de entender y no muy difícil de utilizar. Es un concepto importante a la hora de invertir a largo plazo.

Un foso defensivo es una ventaja competitiva que tienen algunas empresas que hace que sean líderes de mercado y su cuota de mercado sea de las más grandes entre su competencia. Este foso defensivo debe permitir que las empresas que lo poseen sigan en la misma situación durante mucho tiempo sin que la competencia pueda copiarlo fácilmente. Si esas cualidades de la empresa no están lo suficientemente protegidas será copiado rápidamente y desaparecerá.  Las empresas que las poseen son las más interesantes para invertir ya que está en empresas fuertes, de calidad, y que destacan sobre las demás.

Dentro de los fosos defensivos hay 4 que destacan por encima:

1.- Imagen de marca. Son activos intangibles. Hay empresas como Danone, Apple, Technogym o Ferrari que dan confianza en su producto y eso termina suponiendo una cuota mental que es más fuerte que la cuota de mercado. Para adquirir sus productos el consumidor está dispuesto a pagar algo más de lo que sería su precio justo y eso supone grandes ventajas a las empresas.  Este tipo de fosos hay que cuidarlos Apple seguramente no produzca el mejor teléfono pero lo que vende no es el terminal sino un marca que supone un status social en el que muchos quieren estar. Lo mismo puede decirse de Ferrari que es la imagen más importante en lo que a coches se refiere pero lo que realmente vende es una imagen de lujo al alcance de muy pocos.

2.- Ventaja de costes. Este foso supone tener unos costes muy inferiores a los que tiene la competencia por lo que aunque el precio final al consumidor sea el mismo que el de la competencia sus márgenes serán mayores y por tanto sus beneficios. Esta ventaja se consigue por volumen de fabricación o por haber abierto el mercado y tener mayor experiencia lo que supone estar más avanzado en su curva de aprendizaje. Un ejemplo de este foso defensivo serían las aerolíneas de bajo coste o en su día los bancos online.

3.- Efecto red. Este foso se da cuando un producto o servicio se da cuando el valor se incrementa tanto para los usuarios actuales como para los nuevos ya que aumenta por el número de usuarios. No hay que confundir el efecto red con viralidad ya que mientras lo primero es duradero en el tiempo lo segundo es temporal aunque bien gestionado podría suponer el efecto red. Un ejemplo serían las redes sociales donde es más interesante cuantos más usuarios tenga y por tanto mayor valor tiene.

4.- Costes de cambio. Que un cliente cambie de producto o servicio a uno de la competencia supone un coste y si éste es mayor que el beneficio a obtener el cliente acabará desistiendo de hacerlo.  Un ejemplo podría ser SAP, líder mundial en su sector, donde cambiar todo su sistema por otro de la competencia supone grandes costes para el cliente, no solo por el producto en sí, sino también por la formación que tendrá que dar a sus empleados para seguir trabajando de la manera que lo viene haciendo. Aparte del coste también hay que considerar el riesgo que supone cambiar de proveedor.

Elegir empresas con fosos defensivos, aunque no es algo demasiado evidente a primera vista, sí supone una tranquilidad a la hora de invertir en ellas. Si se acierta con el momento preciso para entrar, ya que podemos encontrarlas y estar sobrevaloradas en esos momentos.

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