Muchas veces nos empeñamos en tratar de buscar una gran inversión, una acción que suba como la espuma y nos dé unos beneficios muy importantes. Siempre se está a la búsqueda del unicornio en bolsa. Esos beneficios se quieren cuanto antes mejor y si no es así se tiende a olvidarse de la acción. Mucha gente espera tener plusvalías anuales del 100% como si eso fuera lo normal… ojalá.
Sin embargo se pueden obtener grandes revalorizaciones en la cartera sin estar persiguiendo precios ni en esos valores que se disparan un día y al siguiente pueden hundirse. Si vamos consiguiendo rentabilidades pequeñas cada vez iremos sumando poco a poco pero que a la larga dará un importante beneficio. Vamos a ver un ejemplo sencillo:
- Si obtenemos 1% mensual, algo que parece bastante poco, tendríamos una rentabilidad anual del 12%. Muy por encima de lo que da cualquier depósito y algo que muchos inversores querrían obtener.
- Si obtenemos un 1% semanal obtendríamos un 52% anual o si descontamos verano y otras semanas atípicas por encima de 40%. Un porcentaje muy pequeño en un plazo normal que suma mucho al cabo del año.
- Si obtenemos 1% diario, algo totalmente irreal, obtendríamos un 200%.
Evidentemente estos cálculos están hecho si se acierta el 100% de las veces, algo que no ocurre. Si hacemos un buen análisis previo de los valores podemos llegar a acertar el 75% de las veces y poniendo un stop un 2% por debajo. En este caso los cálculos saldrían:
- 1% de beneficio mensual acertando el 75% de las veces tendríamos una rentabilidad del 3% anual. Algo bajo pero sigue siendo por encima de lo que nos ofrecerían por tener el dinero parado.
- Acertando el 75% de las veces semanalmente la rentabilidad sería un 13% operando todas las semanas y si se hacen solo 40 como en el caso anterior se obtendría un 10%. Ya no parece tan bajo para unas inversiones relativamente tranquilas.
- Acertando el 75% de las ocasiones diarias la rentabilidad sería un 50%, algo muy elevado.