El próximo 28 de abril habrá de nuevo elecciones generales en España y es importante saber cómo se comportan los mercados en ellas. Se trata de un patrón que suele cumplirse independientemente del partido que salga elegido. Cada uno podrá justificarlo de acuerdo a su ideología política, aunque la realidad es tozuda y demuestra que no hay demasiada correlación entre ideologías. Pasado el primer movimiento de las elecciones el entorno macroeconómico vuelve a poner al mercado donde le corresponde diluyendo el efecto votación.
El movimiento del mercado tras unas elecciones generales suele ser de correcciones, sobre todo si hay un cambio de color en la Moncloa. Ha ocurrido en 7 de las últimas 8 elecciones. La incertidumbre ante los pactos que pueda haber así como los cambios legislativos que puedan llevarse a cabo están detrás. La única vez que no se cumplió este patrón fue en 1989 donde la continuidad del gobierno anterior supuso un avance del 0.15%, aunque todavía no existía el Ibex 35. La moción de censura de 2018, supuso subidas en los mercados, aunque al haberse realizado durante 3 días resulta algo diferente a la hora de analizarlo.
La media de las caídas el día posterior a la votación es del 2,82% con fuertes caídas intradiarias. El día anterior suele tener poco movimiento aunque suelen ser más de signo negativo. La semana suele cerrar como empezó, con caídas tras la visita a las urnas. Una vez pasado ese tiempo el efecto votación se diluye y tiene al movimiento macroeconómico que se esté produciendo.