Intel lleva un año muy malo con una caída en su valoración superior al 50%. La caída que traía desde inicio de año se incrementó con los resultados del segundo semestre, que supusieron una gran caída. Sin embargo, ese desplome no ha tenido continuación durante el verano y ha ido haciendo un suelo que puede darnos oportunidad de incorporarnos para un rebote.
La estrategia pasa por tomar posiciones a estos precios. El objetivo a buscar estaría en la zona de 30, donde tuvo su gran descalabro. El stop deberíamos ejecutarlo si perdiera 20. La relación Rentabilidad/riesgo permite hacer la operación.
Los indicadores ya están marcando compra en el corto plazo, pero en el medio y largo plazo siguen siendo negativos. Los fundamentales indican un precio objetivo algo superior al actual, aunque algo menor que el técnico. Eso podría cambiar con los nuevos resultados, pero es una incertidumbre. La tendencia bajista no se corrige tan rápido, pero Intel bien puede valer un rebote.