Operar con chicharros no debe ser la fase inicial a la hora de invertir, ya que su volatilidad puede hacer que nuestra cartera sufra grandes variaciones, tanto para bien como para mal. Para invertir en ellos es necesario asumir que no siempre va a salir bien, que algunas veces tendremos pérdidas importantes, pero que si se opera de manera correcta, los beneficios que obtengamos compensarán de sobra esas pérdidas.
1.- Elegir un buen momento de mercado. Es mejor entrar en momentos de compras en el mercado general, donde muchos quieren obtener beneficios en un periodo de tiempo no muy largo, que en épocas donde el mercado es bajista y el valor en cuestión está teniendo una revalorización importante en el muy corto plazo, salvo que eso se deba a cambios en su negocio y por tanto de sus fundamentales.
2.- Subirse al tren lo más pronto posible. Si pretendemos especular, no podemos esperar al último momento para tomar nuestras posiciones, ya que es bastante probable que toda la subida ya la haya hecho y el mercado pueda corregir. Hay que buscar candidatos que rompan al alza en un corto periodo de tiempo y esperar la continuidad de las subidas hasta un objetivo que tengamos estudiado previamente.
3.- Usar el stop loss. Aunque parezca una obviedad muchas veces no se usa o se usa de manera errónea. Nadie debería entrar un valor que se ha disparado y no poner una orden de venta por si corrige de manera abrupta, pero ocurre.
4.- Usar correctamente el stop loss. La manera de utilizar los sop loss debe ser metódica, y por tanto usarse como esté planificado. Podemos situar el stop en el inicio de la subida por ejemplo, de manera que nuestra pérdida no debería ser demasiado grande, pero hay muchos otros métodos para ello y que pueden usarse.
5.- Tamaño del chicharro. Cuando menor volumen y capitalización, mejor será para especular y mayores beneficios podremos obtener cuando se dispare, pero también será mayore el riesgo que tengamos que asumir si corrige ya que la velocidad de caída también será elevada.
6.- Saber asumir pérdidas. De inicio debemos saber que no todas las operaciones van a ser exitosas y que las pérdidas van a ser altas en algunas operaciones. Asumir eso hará que podamos operar de manera correcta y no ponernos nerviosos y vender a la primera caída, ya que a la larga implicará no sacar unos buenos resultados.
7.- Asumir el riesgo. Antes de operar debemos asumir cuánto estamos dispuestos a arriesgar en la operación, lo que supondrá usar un tamaño de posición mayor o menor respecto a nuestra cartera.
8.- Seguir la operación y ser flexibles. Cuando se opera a corto plazo y en valores volátiles, hay que seguir las operaciones para poder ejecutar ventas cuando corresponda, modificar el stop loss e ir subiéndolo a stop de beneficios cuando se pueda. Ese movimiento solo se puede hacer si se sigue el movimiento del mercado, por lo que no hay que comprar y no mirar la cotización durante semanas.
9.- Operar en el corto plazo. Si se puede, conviene operar a días vistas o incluso intradía, aunque no hay una norma establecida para ello. Si un valor se ha disparado hay posibilidades que haya una noticia detrás y se descuente enseguida, por lo que una corrección podría ocurrir y estropear nuestra planificación inicial.
10.- Suerte. A veces se requiere un poco de suerte para que las operaciones salgan bien. El azar a veces también cuenta.